La ilusión de los 17.389 hinchas de Santa Fe en El Campin se transformó en frustración tras un insípido empate 0-0 contra el Deportes Tolima. Los locales, lentos e imprecisos, no lograron generar peligro en el arco defendido por Cristopher Fiermarín, mientras que el Tolima, con un Brayan Rovira omnipresente y un Gustavo Adrián Ramírez incisivo, controló el ritmo del partido en la primera mitad y estuvo cerca de llevarse la victoria. El uniforme retro del Tolima, un homenaje a sus orígenes, fue lo más destacado de un partido para el olvido para la afición cardenal.

La falta de creación en Santa Fe volvió a pasar factura. Una mala entrega de Kevin Cuesta dejó a Gustavo Ramírez con el balón en la mitad de la cancha, y el delantero paraguayo no dudó en probar suerte con un audaz remate que obligó a una volada espectacular de Mosquera Marmolejo, quien evitó un gol antológico.

Tras un primer tiempo decepcionante, Peirano buscó soluciones en el banco. Al minuto 60, Frasica y Zapata dejaron sus lugares a Albornoz y Ríos. Sin embargo, los cambios no surtieron el efecto deseado. El cambio posicional de Harold Mosquera, uno de los jugadores más incisivos de Santa Fe, terminó diluyendo aún más el ataque local.

El final del partido estuvo marcado por la polémica. Santa Fe, volcado al ataque, reclamó una pena máxima sobre Angulo a manos de Quiñones, que el árbitro Matorel, tras consultar con el VAR, decidió no sancionar. Tolima, resguardado en su campo, aguantó las embestidas finales de un Santa Fe a la desesperada.

Si bien Santa Fe suma cuatro puntos y se mantiene invicto tras dos fechas en casa, el equipo deberá mejorar su rendimiento futbolístico para aspirar a mayores objetivos.