Había muchas palabras y frases prohibidas para Steve Jobs. Quienes le conocieron, pocas veces le escucharon decir alguna. Sin embargo, sí se le escuchaba decir otras. Una de ellas probablemente la palabra más corta y difícil de expresar: “no”. Y es que, efectivamente, decir “no” puede ser duro, pero a la larga ayuda a ser más productivos. Así lo reconocía el propio Jobs.
“Sé rápido para decir que no y lento para decir que sí”
Los expertos tienen clara la importancia de decir “no” en los momentos adecuados y todo empieza por entender la importancia del “sí”. En el ámbito laboral, y también en algunas facetas del personal, cuando alguien nos encarga algo implica buscarle un hueco. Un hueco a veces disponible y, en la mayoría de casos, inexistente.
Aceptar una tarea extra implica deshacer otra o al menos ralentizarla. Si esa otra tarea es importante, le estaremos restando un tiempo vital por atender la otra, por muy organizados que estemos. Sin embargo, no hace falta que sea una gran tarea la que dejemos de lado. A veces sencillamente son tareas pequeñas, pero necesarias. Y reducir el tiempo de estas a la larga puede ser perjudicial para la productividad.
Decir que “sí” implica muchos costes directos e indirectos, así como el coste de oportunidad
Hay un muy buen ejemplo del perjuicio del “sí” que exponen los expertos, abordando así los costes directos e indirectos, así como el coste de oportunidad. Y para ello hay que imaginarse que un compañero nos invita a tomar un café informal durante la jornada laboral. El coste directo y perceptible es la media hora que te llevará caminar hasta la cafetería, tomar el café y volver. El indirecto e invisible es que te tomes un segundo café porque la charla se alargó. El coste de oportunidad está en esa tarea que dejaste de lado durante la media hora.
Este ejemplo no quiere decir que no podamos tomarnos un descanso del trabajo, ya que es recomendable e incluso obligatorio por ley en jornadas de más de seis horas. Sin embargo, resume perfectamente lo que comentábamos anteriormente respecto a organizar nuestra agenda de trabajo. Quizás en vez de un café, podríamos extrapolarlo a cuando nos proponen un trabajo adicional al que no tenemos.
“La innovación está diciendo ‘no’ a 1.000 cosas”
Steve Jobs se aplicaba eso de decir “no” a la hora de valorar las ideas de producto. Lo resume esta cita célebre:Saber decir que “no”, aplicado a las ideas
“La gente piensa que enfocarse significa decir sí a lo que tienes que concentrarte. Pero eso no es lo que significa en absoluto. Significa decir no a las otras cien buenas ideas que hay. Tienes que elegir con cuidado. Realmente estoy tan orgulloso de las cosas que no he hecho como de las cosas que sí he hecho. La innovación está diciendo ‘no’ a 1.000 cosas.”
Con esto, Jobs trataba de reflejar cómo de importante es centrarse en una tarea o proyecto cuando de verdad se cree en él. A buen seguro, durante el desarrollo de dispositivos como el iPhone surgieron otras mil ideas. Quién sabe, tal vez alguien propusiese lanzar un televisor en lugar de un móvil y, de haberse centrado en ello, tal vez hoy Apple sería muy diferente al no haberse centrado en el mercado de la telefonía móvil. Un mercado que domina con mano de hierro y que le supone la mitad de sus ingresos.
Obviamente no todo puede ser decir “no” siempre. A veces sencillamente no podemos por ser una obligación del trabajo. También puede que la idea o tarea que rechacemos sea aún más importante que la que mantenemos. De ahí el tener sentido común y analítico para ser capaces de valorar todo. Y como decíamos anteriormente, ser más rápidos en el “no” que en el “sí”. Para lo primero, puede haber vuelta atrás. Para lo otro, quizás no.
Fuente: Applesfera